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Tema junio 06

El sueño del espejo

 

María Teresa Ruiz (Argentina)---------------------

E-mail: tere_ruiz62@yahoo.com.ar-----------------

 

Una entrevista con quien ha logrado encontrar el camino de su vocación, seguro de deambular los andaribeles
que siente como propios, puede parecer muy fácil o muy difícil.
Puede tornarse en algo descriptivo, sin mayor desenvolvimiento crítico, o un desafío audaz.

Aquí nos encontramos con alguien, que trató de conquistar y madurar la imagen que el espejo le devolvía;
siendo aún una niña muy pequeña, mientras frente al mismo, actuaba sus sueños.

Atisbamos de este modo, certeros logros; logros que muestran un carácter pleno, sin artilugios, con una visión concreta
del destino.
Visión y emprendimiento para alcanzarlo; con alegría y andar fime.
Así, los frutos no se dejaron esperar, con un progreso diario y paulatino en el tiempo debido; progreso
tanto propio como del mundo que le ha rodeado. Ello demandó una postura abnegada, dejando de lado
las futilidades del ego, para tomar a pleno, las gracias recibidas, dejando de lado las desventuras
que todo devenir conlleva.

"Nací un 29 de marzo en el año 1962 y el otoño siempre ejerció una extraña magia sobre mí.
Mis padres, Delia y Armando, dos reconocidos integrantes de la comunidad artística-docente de
Córdoba se encargaron de llenar mi infancia de imágenes, letras, sonidos y variadas formas de expresión,
auto expresión y libre expresión.
Mis primeras travesuras transcurrían entre los bancos del taller de cerámica de mi madre;
mi curiosidad se saciaba en la gran biblioteca de la casa paterna,
los museos y teatros eran como una segunda casa en donde podía desplazarme con tanta soltura como
en mi propio cuarto…

En este riquísimo clima de libertad y aprendizaje empezó mi educación general y musical al mismo tiempo,
la Escuela de Niños Cantores soñada por Diehl ya era una realidad y ahí, acompañada de maestros y
profesores, comencé a desentrañar los aspectos técnicos del mundo musical mientras seguía dejando
crecer en mí su lado creativo, vivo.

De los recuerdos más arraigados de mi primera infancia llevo las voces
de mis padres cantando todo el tiempo, sencillas melodías tradicionales, picarescas, trabalenguas, música de mundos donde uno se perdía con su imaginación y de los que no quería regresar.

La segunda imagen es la mía propia, frente a los ventanales de vidrio de mi casa intentando expresar a través del gesto todo lo vivo, lo magnífico,
lo terrible, lo mágico que las grabaciones de los discos de vinilo
me traían en las versiones de reconocidas orquestas de obras musicales de diversos tiempos y estilos.

Me aburría “La Trucha” y deliraba con “Los Pinos de Roma”, lloraba con “El Concierto de Aranjuez”, bailaba con “La Consagración de la Primavera” y me aterraba “Así habló Zaratustra” pero en cada uno buscaba


frente al espejo el gesto preciso de las manos, del brazo, del rostro que reflejara eso que yo estaba sintiendo, a todas luces yo quería ser directora de orquesta, lo llevo en la sangre, es una neta vocación.

El tiempo transcurrió; la dirección coral, una exigencia del colegio, se volvió un espacio especialísimo
para volcar ese sentir expresivo.

Cuando me recibí en el año 1979 casi había desechado la orquesta para privilegiar
el trabajo vocal, pero entonces apareció la otra fuerte vocación que ha signado mi vida hasta hoy: la docencia.

¡Qué desafío! Hacer nacer en otros la magnífica experiencia de la música desde su propio hacer…
Sólo puedo decir que este proceso, en continuo crecimiento aún hoy, es la experiencia más enriquecedora aunque
la menos reconocida en su totalidad, no sólo en mi caso, en la sociedad en general está desvalorizado el papel
del docente, más aún el del docente de actividades artísticas.

El hacer docente vino acompañado todo el tiempo del desarrollo de la actividad coral, tanto en la dirección como en el papel de "coreuta"; así pude a la vez formarme y formar en un proceso conjunto de enseñar y aprender continuo.

Esta oportunidad de sentarme a hacer una bisagra; de ver hacia atrás y proyectar hacia delante, me encuentra
hoy plena de actividades, más curtida para los dolores, tan blanda como antes frente al arte, con la emoción
a flor de pecho, con la lágrima fácil y la sonrisa pronta; con la fuerza del derecho y lo correcto, con la
misma pasión frente a lo injusto que cuando era la niña que mis primeros recuerdos guardan.

Me pregunto porqué no me dediqué al canto como "solista" si tenía allí un gran y posible camino y me contestan
los ojos asombrados de mis alumnos de todas las edades, y las voces inseguras de mis "coreutas" que juntan coraje cuando me paro frente a ellos y sienten que pueden arremeter cualquier desafío y entonces sé que mis
elecciones fueron las correctas, que el lugar en donde estoy es el lugar al que me debo.

Una retrospectiva siempre lo lleva a uno, a reconocer el paso de la gente por su vida; con seguridad me olvidaré de muchos, pero vamos a intentar un acercamiento a aquellos que por diversas razones hicieron el efecto de disparadores en esta historia viva que aún se está contando…

A mis padres: mamá por su regazo artístico, teatral, carnal, su sabiduría vivencial, papá por su cabecita
pensadora y magnífica que jamás se negó a compartir lo aprendido, por su estar allí observante y consciente,
siempre docente, de los grandes.

A mis hijos compañeros incansables de todos mis caminos aunque esto les haya implicado a veces sufrir
conmigo; pero en compensación nos permite gozar como conjunto de la música de la vida y de la vida de la
música, mi reconocimiento al padre de mis hijos por su increíble talento para la música y porque me trajo a
Unquillo donde mi vida cobró la dimensión que debía.

A mi pareja Jorge, por su infinita paciencia para conmigo, por su capacidad de amar y su sentido terrenal
de la vida que me hace tomar una perspectiva diferente para cada cosa que emprendo.

Sé, soy consciente, de las falencias enormes de esta lista; pero así es en todos los ámbitos de la vida deseo poder nombrar a todos los que están presentes en este relato que pretende acercar una mirada sobre mi vida, la brevedad
del texto lo imposibilita.

A modo de cierre, ya que cerrar es imposible, vayan algunas expresiones
de deseo, proyectos, expectativas:
sigo trabajando para acercar a la
gente a la expresión musical a través del canto, para generar espacios de expresión musical en esta localidad unquillense, para formar a los
músicos en potencia y permitirles desarrollar sus capacidades,
sigo luchando por que se abran espacios
de estudio, de práctica musical.

Sigo en la pelea cotidiana de la vida intentando ser yo misma en lo profundo, en el trabajo, en la interpretación
de cada obra, coral o solística, en la tarea de madre, amiga y compañera que la vida me puso con mis hijos, en
el desafío de la convivencia cotidiana,
creo que lo mío es una reafirmación de la honestidad de mi destino."

. . .

A esta altura de su carrera, le es concedido tomar conciencia de algunas cosas que su marcha dejó a la vera del camino y puede, dentro de la urdimbre de su red, enderezar rumbos anexos de su constelación existencial con una correcta disposición anímica: Acudir allí le significará mayor éxito en su vida interior y familiar.

Esa tranquilidad espiritual, unida a la adpatación a las circunstancias, señalan la inagotabilidad de acción que le permite su estar aquí...transitando y uniendo rumbos que estaban aparentemente dispersos.


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CORO POLIFONICO MUNICIPAL DE UNQUILLO

Nace en 1967 por iniciativa de un grupo de vecinos deseosos de cantar, bajo la dirección de su fundador
Don Marcelo Besso. Desde su inicio se caracterizó por ser un coro viajero, gustoso de llevar su canto y su camaradería por todos los rincones de la provincia y el país.
Una serie de directores suplieron a Don Marcelo cuando este falleció y sus batutas le dieron a las voces la flexibilidad y la variedad de estilos que luego serían una característica principal de sus presentaciones.

En el año 1986 se hace cargo de la dirección la profesora María Teresa Ruiz. Preparadora de Coros y Profesora en Canto comenzó la labor de elevar el nivel técnico del grupo y ampliar su repertorio además de recrear y elaborar arreglos que combinaran lo vocal y lo instrumental para darle a este grupo su característica
impronta y personalidad.
Este coro aborda un amplio repertorio desde la música antigua del Renacimiento y Barroco hasta el
repertorio popular de los países latinoamericanos, sin dejar de lado los negros spirituals, la música popular argentina y el repertorio universal. Todos los años invita a coros amigos a visitar la ciudad de Unquillo
en encuentros fraternos de canto y amistad.

Sus largos 37 años de vida los tuvieron actuando en diversos lugares, destacamos la participación en Cantapueblo de Ecuador en el año 2000 que les valió una invitación para asistir en el 2001 como coro
invitado con una programación especial en las Islas Galápagos que lamentablemente la crisis por todos conocida no permitió concretar.
Anualmente junto a la Banda Municipal cierran el año cultural con un concierto conjunto
en el patio municipal


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